10 Razones para superar los “Terrible TWO”

No paro de escuchar a varias madres decirme “Oh oh! La época de los dos años es terrible” “La etapa de los NO”.
La época de la vida de nuestros hijos de los «Terrible Two», puede que no sea tan terrible como dicen, es más, puede que sea una edad mágica en la psicología infantil, para recordar y de auto-descubrimiento.


Igual que esta época  viene con su propio conjunto de desafíos, también viene una época de grandes momentos e imaginación. Incluso en los momentos complicados, siempre estoy completamente enamorada de mi pequeño príncipe. Incluso en su desanimado “NO”, esta encontrando una voz y personalidad propia.
Sabemos que algún día miraré hacía atrás y desearía que no hubiera pasado tan rápidamente.
Por lo tanto, os dejo 10 razones por los que apreciar esta etapa de su vida.

1 – Son líderes de la decisión:

Aunque sus fuertes cabezonerías pueden agotarnos, nuestros hijos pequeños son líderes naturales a la hora de tomar decisiones. Son optimistas, mandones y saben lo que quiere. Incluso a la hora de pedir golosinas, galletas o dibujos. Son de naturaleza exigente, si sabemos por dónde canalizarla correctamente, puede ayudar a moderarlos como adultos y dar confianza a comparación de otros niños.
Debemos darles alguna opción siempre que sea posible. De esta forma ayuda a que el niño se sienta más controlado.

2 – Ellos piensan fuera de su zona de juego

Poner sus marcas de pintura en la pared o bichos en los cajones de los padres, puede parecer diablurías y no actos de genios, pero ellos ya tienen su propia manera de ver la vida. Son seres sin límites y empiezan a vivir la realidad, acercándose a todo lo que perciben sus ojos.
Para no provocar y conducir a una destrucción total y guiar correctamente, hay que proporcionar un espacio de creatividad libre, como pizarras, cuadernos de pintura, piezas de construcción o ese tipo de arena que venden que no manchan y tiene la misma función que la arena de playa. De esta forma los pequeños artistas pueden expresarse si causar daños. Y lo que es más importante, que estas obras de artes las puedes almacenar como recuerdo o desarrollar su confianza.

3 – Tienen un espíritu aventurero

Mi hijo es un temerario escalador, le encanta escalar el sofá, sillas o las camas y luego se lanza sin pensar si hay mantas o colchones.
Este juego es muy peligroso y nos saca de quicio, pero los límites y nuestro instinto de padres nos puede provocar el valor.
Según estudios nos muestran que este espíritu de aventurero es muy importante y necesario para el auto-descubrimiento. Hay que dar oportunidades para que conozca sus limitaciones, fortalezas y capacidades.

Espíritu aventurero

4- Son pequeños ayudantes

Uno de los pequeños cambios que quiero destacar en la evolución de mi hijo, es su disposición a ayudarnos en casa.
¡Puedo hacerlo yo mismo!
Este espíritu autosuficiente provoca a estos grandes ayudantes, una ansiedad por ayudar a guardar juguetes, barrer, recoger ropa, o alimentar a nuestras mascotas.
Una manera de frenar esta ansiedad, es proporcionales una tarea adecuada a su edad. Ejemplo: Si estamos recogiendo el lavavajillas, el puede ordenar los Tupperware.
Ofreciéndoles esta tarea, estará felizmente ocupado y a la vez aprende de la importancia de ayudar.

Niños ayudan en las tareas del hogar

5- Viven el momento

Los niños pequeños se centran en el presente o momento actual y apreciar el día día, desde comer una pastel, hasta montar una torre con sus bloques de construcción. Si se enfada por una riña, no te preocupes que no lo guardaran en rencor, y al minuto siguiente ya lo olvidarán y estarán disfrutando del momento.
A lo mejor es una actitud que muchos adultos debemos de aprender.

6- Están en contacto con sus emociones

En un momento pueden estar llorando, y al rato siguiente gozando a carcajadas.
Viven en una eterna montaña rusa de altibajos emocionales, pero esta naturaleza expresiva les servirá a medida que crecen y aprendan a controlar sus emociones.
Ser capaz de emocionarse es una cualidad que muchos adultos nos cuesta presentar al exterior y es crucial para mantener relaciones saludables con la familia y amigos.
Estas cualidades emocionales se pueden aprender más pronto de lo que pensamos.
Estudios nos demuestran que niños con tan sólo 1 año pueden comenzar a identificar e incluso anticiparse al estado de ánimo como sentir empatía.

7- Ellos son esponjas del conocimiento

Desde los colores hasta las canciones, a los pequeños les encanta aprender cosas nuevas, desmontar juguetes y explorar diversos entornos. Su naturaleza adquisitiva combinada con cerebros de esponja, les convierten en cajones de información.
Su habilidad lingüística es capaz de desarrollarse rápidamente, es un momento culminante para enseñarles múltiples idiomas. La capacidad de aprender esta por todos lados. Desde su momento de juegos en el parque, hasta pasear por el campo, cada momento trae nuevos descubrimientos.
Desde componer canciones, crear nuevos juegos e involucrar a nuestros hijos en actividades prácticas, puede fascinar a nuestros hijos en el descubrimiento por la vida y sus misterios.
Los padres son sus mayores y más importantes maestros .

8- Visualizan lo mejor de las personas

Los niños pequeños tienen un espíritu de confianza innata.
Ven  las caras nuevas y amables como amigos. Es fácil hacerles reír y entretener, para hacerles entender acerca de las relaciones cariñosas, límites saludables y actos de bondad. Al adoptar sus vidas naturalmente cariñosas, y nutrirlas con paciencia, podemos capacitar a los niños para tener interacciones exitosas para el resto de sus vidas.

9- Encuentran la alegría y diversión en las pequeñas cosas

Mi hijo cada vez que ve la luna grita exaltado señalando al cielo..“La luna, la luna..”
Desde las flores, piedras, animales o el dedo pequeño del pie, los niños se deleitan con los pequeños placeres que nos da la vida y que los adultos ya no nos damos cuenta.
¿Y si cada noche optamos por realizar la rutina de salir a la calle o la terraza a buscar la luna?

Consejos para afrontar los Terrible Two

10- Ellos creen que los besos son mágicos

A mi hijo, cuando lo acuesto me gusta dale un beso de Gnomo o esquimal frotándonos las narices y luego otro en la mejilla.

Los niños a menudo necesitan nada más que un beso de la mamá o del papá. Este gesto cariñoso es la herramienta más poderosa de los padres, pues lo que más necesitan los niños a esta tierna edad es el cariño o amor, y la seguridad de saber que el abrazo reconfortante de los padres siempre está a un brazo de distancia.

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